- mganaturopatia
Gracias, Naturaleza

Gracias, Naturaleza, por enseñarme que tengo raíces fuertes y profundas, pero que a su vez estoy llamada a crecer y expandirme, a danzar con la brisa, a partirme si cojo demasiado peso. Con los trozos que caigan podré alimentar el Fuego, el encuentro y la ceremonia.
Gracias, Naturaleza, por enseñarme que soy fuerte como el agua que en su constancia atraviesa las rocas más duras. Y también soy pura como el agua, que en su ligereza e intención cristalina siempre sacia la sed y limpia toda herida.
Gracias, Naturaleza, por enseñarme que el amor no tiene límites, porque lo es todo. Y así aprendo a ofrecer ese todo que Soy, sin querer ser otra cosa que eso.
Gracias, Naturaleza, por enseñarme que debo sembrar, cuidar, tener paciencia, tener integridad.
Gracias, Naturaleza, por ofrecerme tanta Medicina. Por abrazarme a cada paso, guiándome desde lo más profundo,
Gracias, Naturaleza, por cada fruto, cada raíz, hoja, tallo, corteza que nos alimenta, llenándonos de Vida y camino, de posibilidades y crecimiento.
Gracias, Naturaleza, por ser Madre que nutre y protege; por ser Padre que sostiene y alimenta.
Gracias, Naturaleza, por dejarme ser una parte más de ti, por honrarme cuando hundo mis manos en tu tierra, cuando abrazas las semillas, cuando recoges el agua de mi fuente y la conviertes en Vida con miles de formas.
Gracias, Naturaleza, por el aire que respiro, por la luz que se refleja en cada cosa que mis ojos miran regalándome colores, formas, belleza.
Gracias, Naturaleza, por las montañas, que invitan a superarse a uno mismo, a encontrar senderos y a recorrer cada uno de ellos aprendiendo de nuestros pasos.
Gracias, Naturaleza, por los ríos, siempre murmurando sabias palabras, almacenando vida, compartiendo crecimiento.
Gracias, Naturaleza, por el océano y la arena, por cada rincón profundo y cada gramo de sal que sana heridas.
Gracias, Naturaleza, por el Sol, la Luna, las Estrellas, las Nubes, la Brisa profunda que nos envuelve y nos guía.
Gracias, Naturaleza, por todos nuestros Hermanos que viven en ti también; son nuestros iguales.
Gracias, Naturaleza, porque con tu generosidad aprendemos todos, con tu abrazo nos unimos, con tu paciencia nos volvemos más sabios cada día.
Gracias por el tambor profundo que uno siempre puede oír cuando todo lo demás se silencia: el latido de la Madre Tierra, invitándonos a reflexionar, a cambiar, a sostener, a cuidar, a respetar… a unir. Y a salvar.
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“What I have learned and I still teach today is that if you fall in love with Nature, Nature will fall in love with you. And I believe that’s actually the biggest solution for the climate change issues that we are looking at on the planet today.”
Sandra Ingerman

The rhythm of the World, artista desconocido

Nos deseo días de agradecimiento como semilla de un cambio profundo, una toma de conciencia que nos lleve a ir generando los cambios y las acciones necesarias para cuidar de ese latido del que todos respiramos, nos nutrimos, nos enraizamos, nos expandimos, nos conectamos... un latido que, una vez hemos escuchado verdaderamente, nos mueve a vivir cuidando de él, nutriéndolo, respetándolo... Porque el latido de la Naturaleza y el nuestro, una vez se han encontrado, viven para siempre verdaderamente enamorados. Abramos el corazón y cuidemos de este Amor infinito al que llamamos Natura y que nos permite la Vida en este planeta.